Villoruela reivindica el nacimiento del Rey Felipe II
LA LOCALIDAD SALMANTINA DE VILLORUELA SIEMPRE HA PUESTO EN DUDA QUE EL REY FELIPE II NACIERA EN VALLADOLID. ASEGURAN TENER EL DOCUMENTO QUE ACREDITA QUE EL REY ERA SALMANTINO.
1.- Historia o leyenda
2.- El historiador Bernardo Dorado
3.- El Notario de Macotera
4.- La reacción vallisoletana
1.- HISTORIA O LEYENDA
El nacimiento de Felipe II no ha estado exento de controversia. Las crónicas oficiales han dejado constancia de su nacimiento en Valladolid el día 21 de mayo de 1527. El hispanista Geoffrey Parker dice que nació en la citada fecha “en el Palacio de Pimentel en presencia de su padre y de los nobles”. O como dice el vallisoletano Matías Sangrador en su Historia de Valladolid, publicada en 1881, “en la Corredera de San Pablo, en las casas que entonces eran de Bernardino Pimentel y ahora son del Conde de Rivadavia”.
La confusión surge cuando otros autores, como Salvador de Madariaga afirman que “Carlos I se encontraba en Granada cuando nació su hijo, príncipe de España”. Por su parte, el embajador polaco en la corte de Carlos V, el erasmista Juan Dantisco, relataba: “Llegó hasta aquí la Emperatriz a veintidós del pasado mes de febrero, conducida desde Granada en una litera a hombros de veinticuatro hombres”. Las versiones no encajan. Discrepantes historiadores han dado hasta tres fechas distintas del nacimiento de Felipe II. Incluso, el cronista de Valladolid Francisco Mendizábal llegó a afirmar que “en torno al nacimiento y bautismo de Felipe II todo es leyenda”
Hace años que a esa polémica se sumó la localidad salmantina de Villoruela. Los vecinos aseguran que contienen el documento que acredita que el monarca nació allí. Se trata del Libro Sacramental del siglo XVI, que empieza en el año 1509, encuadernado en piel de la época, que en su folio 38, una vez transcrito, dice: In nómine domini. Manifiesto a todos los que la presente vieren y oyeren, como en el año mil quinientos veintisiete, dos días del mes de mayo, nació el hijo del Emperador Don Carlos, muy serenísimo rey y emperador, y de la serenísima reina y emperatriz, nuestros señores. Y llamaron al Príncipe de Castilla don Felipe, y por ser verdad, yo el bachiller Tomás (o Toribio) Rodríguez lo firmo de mi nombre.
2.- EL HISTORIADOR BERNARDO DORADO
En 1776, Bernardo Dorado, párroco de La Mata de la Armuña, escribió la obra Compendio Histórico de la ciudad de Salamanca, su antigüedad, la de su Santa Iglesia, la de su fundación y grandezas que la ilustran. Asegura que Felipe II nació en Villoruela, en una casona del barrio de La Puebla, que se correspondía con el palacio de don Juan de Tavera. Juan Pardo Tavera era conocido como Cardenal Tavera, natural de Toro y sobrino del dominico inquisidor Diego Deza. Ostentaba la presidencia del Consejo de Castilla y era Arzobispo de Santiago de Compostela. Tavera solía pasar los veranos en Villoruela, donde había mandado construir la iglesia de San Pedro Apóstol.
Dorado considera que es verosímil que naciera en dicho palacio con ocasión del viaje de los monarcas de Granada a Valladolid, ciudad donde se esperaba que el príncipe naciera. Y bien sintiéndose la emperatriz indispuesta con dolores del parto, o por honrar al ilustrr Tavera, se detuvieron allí, y en aquel lugar sucedió el parto. En cuanto la emperatriz estuvo en condiciones de trasladarse a la Corte, lo efectuó y, posteriormente, se celebró la ceremonia del bautismo en el convento de San Pablo. La citada obra de Dorado fue nuevamente editada por Ramón Girón en 1861, corregida y aumentada, e incluía la reproducción de la partida de nacimiento de Felipe II en Villoruela.
Esta localidad tuvo una relativa importancia en el siglo XVI porque era lugar de paso desde Salamanca hacia Madrigal de las Altas Torres, Medina del Campo y Valladolid. En 1414, permaneció en ella por algún tiempo la reina Catalina de Lancaster, madre del rey Juan II de Castilla, según narra el historiador Manuel Villar y Macías en su obra Historia de España, publicada en 1887. Más adelante, asegura que, en 1543, el propio rey Felipe II pasó allí una noche, recién casado en Salamanca con María de Portugal, hija del rey Juan III. Por tanto, o en Villoruela había una casa real o se trataba de la propia del Cardenal Tavera, asesor de los Reyes. La segunda posición sería la más fundada.
3.- EL NOTARIO DE MACOTERA
Quien fuera notario de Macotera, Francisco González Bautista, estudió en 1927 concienzudamente la partida de nacimiento de Felipe II en Villoruela y enmendó otro informe preliminar del secretario del Ayuntamiento de Salamanca, Gerardo Valentín y Valentín. Al tener conocimiento del documento que acreditaba el nacimiento del Rey en esta localidad, se puso en contacto con Pedro Vicente Santiago, cura de dicho pueblo, que le permitió ver aquel libro personalmente, del que copió todos los datos del folio correspondiente y le solicitó una certificación.
Examinó aquel documento desde el punto de vista archivístico y documental y llegó a conclusiones esclarecedoras. Abunda en que en aquellos tiempos no existían libros de Nacimiento, sino sólo de Bautismos, llevados por personas de la mayor solvencia, que anotaban en ellos indistintamente los nacimientos y los bautismos. Manifiesta que la partida de nacimiento guarda un orden cronológico con las del resto del libro. La anterior era diciembre de 1526 y, la posterior, de julio de 1527, teniendo en cuenta los escasos alumbramiento que se producía en una población tan exigua. Quien la escribió de su mano era un Bachiller, título que sólo expedía la Universidad de Salamanca. Y no lo hizo de motu propio, sino por mandato superior ante un acontecimiento extraordinario, como era el del nacimiento del príncipe, no el del bautismo, que tuvo lugar el día siguiente en Valladolid.
Por otra parte, Bautista subraya que en el margen izquierdo del mencionado folio 38 de dicho libro existe una anotación posterior en la que se lee: “Don Felipe 2º, hijo del Emperador Carlos 5º” (sic). Está hecha con letra distinta y por otra mano que no es la del Bachiller que escribió el nacimiento, lo que indica que hubo otro que la puso con la intención de hacer un índice que facilitara la localización de la partida, como hizo con las del resto del libro. La anotación era idéntica y correlativa en todos los folios. Y lo hizo treinta años después cuando, obviamente, el nacido ya era el rey Felipe II.
El notario quedó tan impresionado al ver aquella partida de nacimiento que, pocos días después volvió a Villoruela a hacer nuevas indagaciones. Consiguió que el sacerdote le abriera el archivo de la iglesia, situado en lo alto de la pared izquierda del presbiterio, cerrado con una reja y dos fuertes candados. Pero, no halló nada nuevo. Sin embargo, seis años después, el 23 de junio de 1933, el párroco encontró un nuevo indicio del que dejó constancia en una nota manuscrita, que reza así: “Hoy he sabido que en el pueblo de Hornillos (actual Arabayona de Mógica, a 5 kilómetros de allí) se conserva una placa en la que se dice que Carlos V estuvo aquí en mayo de 1527, fecha en la que nació Felipe II”.
4.- LA REACCIÓN VALLISOLETANA
La contestación al notario macoterano no se hizo esperar. Ese mismo año de 1927, el agustino Julián Zarco Cuevas, director de la Biblioteca del Real Monasterio del Escorial y académico numerario de la Real de Historia, expuso que la documentación que justifica el nacimiento de Felipe II en Valladolid se haya en el Archivo General de Simancas, en los Libros Generales de Cámara. Y el hecho del nacimiento es corroborado por los cronistas de la época como Alonso de Santa Cruz o Luis Cabrera de Córdoba, al igual que otros posteriores, el historiador bañezano Juan Ferreras e hispanistas extranjeros, tal que el italiano Gregorio Leti y el norteamericano William H. Prescott.
En nuestros días, el catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Salamanca, Manuel Fernández Álvarez, consideraba que el Emperador había enviado mensajeros a los principales puntos del país anunciando el nacimiento del príncipe. Álvarez dejó escrito en su Corpus Documental de Carlos V que “el Bachiller de Villoruela lo único que hace es dejar constancia del nacimiento del Príncipe heredero cuando le llega la nueva”.
En cualquier caso, los historiadores oficiales nunca han querido reconocer el nacimiento de Felipe II en Villoruela. Valladolid no admitiría que se cambiara su Historia en un aspecto tan consustancial a la ciudad. No obstante, en Villoruela no cejan. Han dado el nombre de una de sus calles a su paisano más ilustre, y el colegio lleva la denominación “Villa de Felipe II”. E insisten: “en ninguna otra localidad de España se ha hallado una inscripción de nacimiento semejante”. Pero, los pucelanos dan el asunto por zanjado, concluyendo: “el nacimiento de Felipe II en Valladolid está suficientemente documentado”.
(Foto portada. Felipe II retatado por Sofonisba Angissola, la primera mujer pintora del Renacimiento. Museo del Prado)
Partida de Nacimiento de Felipe II en Villoruela
Cardenal Tavera retratado por El Greco
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